Asesoría e Investigación en Temas Jurídicos, Económicos y Sociales.

viernes, 13 de abril de 2007

¿Quién soluciona el problema de los abogados?

Por: Iván González Delgado

Algunas veces se habrá escuchado frases como “…este muchacho será abogado porque es bien pleitista y conflictivo”, “… Que bien habla ¿no?, ese chico será abogado” y otras frases por el estilo, pero, ¿por qué estampar a cada muchacho, sea desde su niñez o desde su adolescencia, con una cláusula inquebrantable y taxativa que tiene inclinaciones para ser abogado?, más aún si se tienen los conceptos equivocados respecto a la verdadera esencia del derecho y de quienes ejercen la abogacía.

En toda sociedad, existen conflictos interpersonales, y para solucionar las desavenencias recurren al Estado, representado por su Poder Judicial, quien administrará justicia; el ciudadano recurre al Poder Judicial por intermedio de un abogado, profesional quien conoce y alega las normas de todo un sistema jurídico aplicable en una circunscripción territorial, para que el magistrado lo aplique a un caso en concreto, y así dicte sentencia.

De lo antes mencionado, se desprende la siguiente pregunta, ¿porqué erróneamente se identifica abogado con conflictivo? por el contrario, como lo manifesté líneas arriba, un abogado es quien evita el conflicto y tiende de esa forma a solucionarlos, el abogado es (o debe ser) un consultor jurídico, un asesor, orientador o consejero en temas legales, en quien se deposita las más plena confianza de un problema legal, para la consecución de una solución. Lamentablemente la proliferación indiscriminada de abogados provoca un “hacinamiento de leguleyos y tinterillos” personas con poca o ninguna preparación ética ni profesional, a quienes ingenuos ciudadanos litigantes recurren para la solución de sus problemas legales, y no solo es la ingenuidad, sino que es el mismo mercado libre y competitivo, pues a más abogados más alternativas para los potenciales clientes, quienes acuden a los abogados “menos caros”, existiendo un “malbarateo” de nuestra profesión.

Hay un punto que considero también saltante en esta situación de los abogados, y esto se aprecia si hacemos un paralelo, por ejemplo, con el continente europeo o los EEUU, pues el desempeño y ejercicio de los abogados tiene mucho que ver con la situación de desarrollo, el contexto político, social y económico, que viven cada uno de los países que conforman un continente y claro está, el continente visto globalmente.

En este sentido, la situación que se vive en cada país y secundariamente en el continente al que pertenecen, estructuran, influyen y forman la manera de pensar de cada ciudadano, generalmente desde su adolescencia y más aún si se tiene inclinación por estudiar una carrera de leyes o ciencia política, así tenemos que en Europa o los EEUU, encontramos excelentes abogados dedicados mayormente a la asesoría de empresas, a consultoría y análisis de temas jurídico-económicos, temas de productividad e inversión, en suma a abogados dentro de un multiplicado abanico de alternativas de asesoría jurídica, quizá áreas que no son muy estudiadas en América Latina, permitiendo un ejercicio de la abogacía con mayores opciones dentro de un libre mercado competitivo donde la demanda será mayor y la oferta menor, elevando el nivel de los abogados profesional y académicamente.

Por otro lado, en América Latina, existe una gran abundancia de abogados porque conciente o subconscientemente, su motivo es la defensa del más débil, la realización de justicia ante los abusos, encuadrando la profesión en un solo arista, derecho penal, divorcios, alimentos, filiaciones y otros procesos por el estilo, más aún, enmarcando la figura del abogado percibida de un escenario televisivo, fílmico o publicitario en donde, aunque parezca una tontería, la gran mayoría de ciudadanos que no conocen de dercho, piensa que la abogacía se limita al litigio, a la figura de un juez vestido con toga y birrete (o quizá con esas blancas pelucas rizadas como en antaño), a la escena del abogado exponiendo y el público en la parte posterior de la sala , el fiscal y el jurado( que solo existe en el derecho anglosajón), qué aberración!!! por favor.

El campo del litigio lamentablemente ha sido una puerta abierta para el ingreso de los tinterillos, por lo que el Colegio de Abogados debe exigirle al ejecutivo o quizá al Congreso, que eviten el excesivo egreso de profesionales de tantas facultades de derecho, que no alcanzan los estándares ni niveles requeridos, sin un cátedra con una debida escuela jurídica y sin una adecuada biblioteca. Se debe exigir que no se autorice el funcionamiento de nuevas facultades de Derecho a entidades que no cuentan con los recursos necesarios, en pocas palabras una regulación más exhaustiva en el establecimiento y funcionamiento de las facultades de derecho.

Tenemos, por ejemplo, que el incremento de los de los estudiantes de las facultades de Derecho ha sido sustancial, por ejemplo en el año 1960 eran de 1,338 y en1986 aumentó en 37,119[1]. Así en el año 2000 tenemos el siguiente cuadro[2]:

Cuadro
UNIVERSIDAD...........cantidad.........Porcentaje........Facultades de Derecho...........cantidad.........Porcentaje
Publica...........................31................40.26%........................Pública...........................18....................40%
Privada..........................46................59.74%........................Privada...........................27....................60%
Total..............................77................100%...........................Total...............................45...................100%

El contexto de la educación superior en el Perú, ha sido a lo largo de su historia de desatención, indiferencia y desprecio, donde la falta de regulación ha tenido consecuencias muy negativas sobretodo en el ámbito de las facultades de derecho, y la razón es que para establecer una facultad de derecho en una universidad, no se requiere de una inversión grande de recursos, comparativamente hablando con la que se hace en otras facultades, pues se requiere de libros, un catedrático que sea abogado (no sabemos de qué nivel profesional y experiencia), que solo exponga la información, si un debido análisis o interpretación, al parecer algo suficiente en la mayoría de facultades de derecho, y claro esto hace que el estudiante solo se limite a memorizar la información que se le proporcionó.

Otro punto que alienta el interés de los jóvenes para estudiar derecho es la imagen que se percibe en la relación entre el derecho y el poder[3], obviando consideraciones más importantes como el desempeño de una profesión envuelta de una conciencia ética. Por tanto, es un reto la formación de valores en las facultades de derecho, valores que van desde la realización del estudiante como abogado del día a día, hasta la intervención directa o indirectamente en la estructura y consolidación de valores democráticos que degeneran en dictaduras y modelos autoritarios.

Los abogados tenemos un papel fundamental de responsabilidad y compromiso, en la vida política del Perú, llevando a cabo condiciones de fortalecimiento y seguridad en las instituciones que hagan viable una vida social y política enmarcada en la democracia, pues son factores fundamentales como voceros de la legalidad y de la cultura ética en todo espacio político, profesional, cultural y social, permitiendo crear un ámbito de seguridad jurídica que garantice las tan esperadas y ansiadas inversiones. Es por ello que las facultades de derecho tienen una gran responsabilidad en la contribución al desarrollo y fortalecimiento de las instituciones democráticas, y ello se vincula con la creación de un escenario en el que se facilite el ejercicio eficiente de una profesión legal, pues por el contrario aumentarían las condiciones de arbitrariedad, corrupción, de una burocracia displicente y abusiva.

En suma, las facultades de derecho deben organizar planes de estudios relacionados a las demandas de la sociedad, dentro de la cual se encuentra el mercado profesional, no generando falsas expectativas de empleo. Pues la consecuencia, ya palpable, será el aumento del desempleo y el detrimento de los ámbitos profesionales para el ejercicio de la profesión de abogado.

[1] Fuente: Asamblea Nacional de Rectores. Secretaría Ejecutiva de Coordinación interuniversitaria. Boletín Perú. Estadísticas universitarias 1960-86. Lima año 9 Nº 10. Junio de 1988.
[2] Fuente: Dirección de estadística e Informática de la ANR, fecha 21 de septiembre de 2000. “La Enseñanza del Derecho en el Perú: Cambios, resistencias y continuidades” de Gorki Gonzales Mantilla
[3] La Enseñanza del Derecho en el Perú: Cambios, resistencias y continuidades” de Gorki Gonzales Mantillaseñanza del Derecho en el Perú: Cambios, resistencias y continuidades” de Gorki Gonzales Mantilla

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Excente articulo. soy estudiante de derecho y tu percepcion de la carrera ha respondido muchas de mis dudas, gracias. Ademas del litigio hay otros caminos para el ejercicio.¿Pero si esto se aplicara al peru, de todas formas habria que o limitar el ingreso de estudiantes?

Anónimo dijo...

Hola. Eres muy realista al decir que no hay trabajo para tantos abogados litigantes, ellos te lo deberián agradecer, y es mejor que estudiarán otra carrera como gastronomia, cosmetologia, tecnico computadoras, cursos de taller, biologia, y un eterno etc.
quiero saber tu opinion:
si tu hijo fuera peruano y quisiese estudiar la carrera de derecho¿Estarias deacuerdo con su eleccion o no?

Anónimo dijo...

Hola, muy interesante el articulo, muchos saludos desde Mexico!